
La dichosa demo es escueta, muy escueta y te permite explorar muy poco sobre el juego. Durante todo el juego se sigue el mismo sistemas de juego, disponemos de un mapa bastante grande y abierto, pero hemos de cumplir los objetivos de ese nivel en orden, por ejemplo, si hay que destruir cinco edificios concretos, da igual el orden en que lo hagas pero el final va a ser el mismo cuando cumplas este objetivo. La jugabilidad

Lo que realmente está muy currado es el personaje en si, te permite volar a velocidad normal y poner el turbo hasta velocidad absurda, y el sin fin de armas esta muy bien, aunque podemos dar gracias a que prácticamente apunta sólo, por que si resultaría imposible acertar a ciertos objetivos. El traje te permite combinar algunos elementos dependiendo de lo que necesites en cada momento y puedes distribuir la energía a los propulsores, a la armadura o las armas dependiendo del lío en el que te hayas metido, y por supuesto a medida que avanzas en la historia iras consiguiendo mejoras para el traje.
El concepto de las luchas es la chulería propia del personaje, ya sabemos que lo de Iron Man nunca fueron las sutilezas si no mas bien el ventilarse ejércitos sin miramientos, aunque mola eso de destrozar tanques a puñetazos.
Las cinemáticas son realmente buenas, aunque algunas de estas se vuelven algo pesadas cuando interrumpen la fluidez del juego para ponerte una animación de un golpe final a un tanque o un helicóptero, en especial cuando debemos enfrentarnos a cientos, el apartado gráfico está bien resuelto, pero en algunos detalles no tienes la sensación de estar en una consola de nueva generación, vamos que están bien pero no te pasas el rato alucinando como en otros títulos. Posiblemente este juego quede en el mismo cajón que los demás juegos basados en películas, que nunca llegaran a grandes juegos, pero que te distraen un rato. Lo jodido del tema es que esta clase de juegos cuesten lo mismo en las tiendas que el Uncharted o el Assassins o títulos similares.